En esta época del año, a un par de
meses de acabar el curso académico en España, muchos docentes se
plantean la realización de algún curso de reciclaje, bien por
interés personal, bien por política del centro para el que
trabajan.
En los últimos años, los cursos sobre
la utilización de herramientas TIC en el quehacer diario del aula
está a la orden del día y, en muchos casos, la opción de recibir
una formación sobre el diseño de cursos bajo a plataforma Moodle
está presente.
Para muchos profesionales de la
docencia la primera pregunta que surge es qué curso debo hacer y dónde lo hago. En muchos casos esta pregunta se responde por si sola, “he de hacer el curso propuesto por la dirección del centro donde trabajo".
De todas manera, ya sea el propio docente o la dirección del centro quien deba seleccionar el curso a realizar, la problemática sigue siendo la misma, qué curso hacer y dónde hacerlo.
Desde mi experiencia en la formación de docentes en el uso de Moodle quiero desde aquí dar algunos consejos a quien tenga que tomar la decisión, con la intención de evitar pérdidas de tiempo y dinero, y lo más importante, evitar la desmotivación de quien tras dedicar tiempo y esfuerzo a la realización de un curso, ve cómo su expectativas iniciales han sido defraudadas por un planteamiento incorrecto del mismo.
De todas manera, ya sea el propio docente o la dirección del centro quien deba seleccionar el curso a realizar, la problemática sigue siendo la misma, qué curso hacer y dónde hacerlo.
Desde mi experiencia en la formación de docentes en el uso de Moodle quiero desde aquí dar algunos consejos a quien tenga que tomar la decisión, con la intención de evitar pérdidas de tiempo y dinero, y lo más importante, evitar la desmotivación de quien tras dedicar tiempo y esfuerzo a la realización de un curso, ve cómo su expectativas iniciales han sido defraudadas por un planteamiento incorrecto del mismo.
La primera decisión deberá ser sobre
la versión de Moodle en a la que se deberá realizar la formación.
Hoy en día hay toda una problemática alrededor de las versiones de
Moodle: en esencia se resume en que la versión más extendida hoy en
día es la 1.9 y que esta línea se abandona en los próximos meses
en favor de la línea 2.x, que lleva ya casi año y medio entre
nosotros y que presenta nuevas y mejores características, pero
requiere un determinado proceso de actualización, tanto de las
plataformas técnicas como de los conocimientos de administradores y
profesores.
A día de hoy, la oferta formativa
sobre Moodle que hacen muchas universidades y empresas de formación
en sus cursos de verano está fundamentada en la versión 1.9, que
como ya hemos dicho, dejará de evolucionar en pocos meses, siendo
escasa, aunque existente, la formación sobre la 2.x.
Por lo tanto, lo primero que habrá que
ver es sobre que versión trabajará el docente después de realizar
el curso. Se pueden dar tres circunstancias:
- El profesorado no dispone actualmente de un servidor Moodle: mi consejo es que realice la formación sobre la versión más reciente y que paralelamente busque un alojamiento Moodle para poder desarrollar lo aprendido y comenzar con un primer proyecto. Existen soluciones muy atractivas económicamente que permiten que un docente pueda disponer de aulas Moodle donde trabajar si en su centro no existe esta disponibilidad. Vea esta solución.
- El profesorado dispone de un servidor Moodle de la versión 1,9, si bien en su centro se está hablando o ya esta decidida una migración a la versión 2.x a medio plazo. En muchos casos el planteamiento es hacer una formación inicial en la versión actual de centro, y dejar para más adelante la formación en la versión nueva. Desde mi punto de vista es un error estratégico importante. Si la migración está decidida, la formación del profesorado novel en e-learning en la versión de futuro facilitará en gran medida el proceso de actualización y sera un buen motor del cambio.
- La disponibilidad del servidor Moodle es en la versión 1.9 y no hay planes de migración, algo que está sucediendo en centros de titularidad pública en la que la infraestructura TIC depende de la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma correspondiente, y en algunos centros privados que tiene mancomunados sus servicios con otros centros . En este caso, quien contrate el curso deberá asegurarse de que la versión sobre la que se formará al profesorado es la 1.9.
Un segundo aspecto fundamental, como en
cualquier otro tipo de formación, es el contenido del curso. He
visto numerosos cursos que se limitan a hacer una descripción
secuencial y sistemática de todas y cada una de las utilidades
internas de la plataforma explicando cómo se crean y que información
se debe cumplimentar para obtenerlas, sin entrar en absoluto, por
ejemplo, en la posible aplicación didáctica de las mismas. También
he visto cursos cuyo elemento central es Moodle, pero que dedican un
elevado porcentaje del tiempo a hablar de otras herramientas, como
herramientas de autor o aplicaciones disponibles en la red.
En mi opinión, a la hora de plantearse
un curso de Moodle se deben tener en cuenta los siguientes aspectos.
- Un curso de Moodle para docentes no debe limitarse a la parcela estrictamente técnica del producto, sino que es necesario que aborde, aunque sea solo de forma introductoria o colateral, aspectos pedagógicos, metodológicos e incluso sociológicos, que permitan al docente ubicar adecuadamente esta herramienta dentro del contexto socio-educativo actual.
- Un curso de Moodle no debe pretender abordar todos y cada uno de los módulos y herramientas internas disponibles; son tantas que es inviable verlas todas de forma detallada en un tiempo razonable. El curso debe seleccionar aquellas que realmente son centrales en el producto y que tienen una utilidad práctica inmediata dejando de lado utilidades complementarias, que pueden ser muy interesantes para un docente avanzado, pero que pueden distraer y confundir al docente novato en e-learning.
- Un curso de Moodle no debe abordar otros productos externos, como herramientas de autor, empaquetadores SCORM y herramientas de la web 2.0. El producto ya es amplio de por si como para introducir estos elementos, que si bien son útiles, es mejor abordarlos en otro tipo de hechos formativos diferenciados.
Aquí les dejo el temario
del curso que he diseñado personalmente y que imparto. Siendo
mejorable cumple con estos principios anteriores. Por su puesto, se
admiten sugerencias.
El tercer aspecto a tener en cuenta es
la metodología que se aplicará a la formación. ¿Tiene sentido una
formación presencial para formar a alguien en la utilización de una
plataforma de cursos on line?. Mi respuesta es “no”, con toda
contundencia. Así, en mi opinión, un curso de Moodle
- debe realizarse desde el primer día sobre la propia plataforma Moodle. Trabajando con la misma herramienta que queremos aprender a manejar.
- debe utilizar al máximo los propios recursos internos que queremos aprender a manejar; basta de cursos estructurados en base a documentos PDF y “powerpoints” convertidos a Flash.
- debe permitir al docente experimentar las ventajas y las dificultades de este modelo de formación desde la perspectiva del alumno; nada mejor que comenzar como alumno para ser consciente de cómo se deben y no se deben hacer las cosas.
- debe ser un curso eminentemente práctico y donde los recursos puestos a disposición del alumno (documentación y vídeos demostrativos) estén siempre orientados a la ejecución de tareas prácticas de construcción de elementos formativos. La realización por parte del aluno de un proyecto personal que avance al ritmo del curso y donde se apliquen los conocimientos adquiridos es un método que aplico personalmente y que da muy buenos resultado.
- debe contener elementos de debate y colaboración entre los participantes en el curso; los foros de debate y los foros de “dudas y preguntas” permiten obtener una experiencia de alumno más gratificante que el obtenido por el mero estudio individual.
- debe contar con la figura de un tutor especializado que como mínimo de respuesta rápida a las dificultades de los alumnos, y en el mejor de los casos, sea un elemento dinamizador del curso.
Hablemos de la duración
del curso. Un curso que cumpla las características anteriores
debería requerir una dedicación por parte del alumno en una
horquilla entre las 60 y las 100 horas, dependiendo de la profundidad
que se quiera alcanzar, la dedicación práctica estimada y el
periodo de tiempo del que se disponga.
En este último aspecto, el enfoque
puede ser doble, así podemos seguir dos estrategias diferenciadas
- abordar la formación durante el periodo lectivo, teniendo en cuenta que es muy importante no saturar al alumno con un exceso de trabajo semanal y permitirle compaginar el reciclaje con sus otras actividades laborales y personales; en este caso el periodo de tiempo durante el que se debería desarrollar el curso debería ser más bien amplio, entre tres y cuatro meses, o incluso mas largo si fuera oportuno.
- abordar la formación fuera del periodo lectivo en un formato intensivo de entre tres y cuatro semanas, adoptando un temario más conciso, pero no por ello, menos ambicioso.
Para finalizar, hablemos de la entidad que nos deberá impartir el curso. No siempre las entidades más grandes (universidades, grandes empresas de formación o incluso la administración pública en su oferta interna) proporcionan los mejores cursos. No descarte estas opciones, pero considere también la posibilidad de contar con la colaboración de un consultor especializado, que los hay y muy buenos, que además de impartir el curso con calidad y adaptándose a sus necesirdades, podrá asesorarle posteriormente en otros aspectos relacionados con el proyecto, algo que nunca harán las entidades anteriormente menconadas.
Y no olvidemos que la mejor manera de
aprovechar lo aprendido es ponerlo en práctica lo antes posible, por
lo que disponer de un espacio Moodle para continuar investigando y
poder desarrollar iniciativas propias es fundamental para el
aprovechamiento del curso.